18.10.06

Aznar abandera el choque de civilizaciones

El expresidente español se felicita por la muerte de la Constitución Europea y pide ahora una unión económica con Norteamérica

JORDI JOAN BAÑOS
LISBOA (servicio especial, inédito, septiembre 2005) .- “La Constitución Europea está muerta y no se me cae ni una lágrima”, espetó ayer José María Aznar nada más empezar su intervención en la Universidad de Verano del Partido Popular Europeo. A continuación fue desgranando su credo atlantista ante un auditorio repleto de eurodiputados y analistas conservadores, algo apabullados por su contundencia sin matices. Aun a sabiendas de que la mayoría de ellos había apoyado activamente dicho Tratado, Aznar les soltó que éste “se terminó porque sus principales mentores intentaron engañar a los europeos”, ya que “no era más que un nuevo reparto de poderes, para algunos a los que no les gustaba el de Niza”.

El expresidente no dudó en presentarse ante sus correligionarios europeos como abanderado de la teoría del choque de civilizaciones: “Yo creo en Occidente y no siento vergüenza en decir que nuestra civilización es mejor que otras civilizaciones”. Y añadió: “Creo en la Europa Atlántica y en ninguna otra, porque no es posible y, si lo fuera, no sería deseable. Una alianza con Rusia y China no nos garantizaría la seguridad que nos da el vínculo con EE.UU.”. En este sentido apeló a que “la comunidad de valores con EE.UU. se convierta en una comunidad de acciones”, para lo que propone “un refuerzo de la OTAN” y “la creación de una gran área económica articulada con Norteamérica”. Su receta para darle la vuelta a una “Europa declinante” es “más flexibilidad, más privatizaciones y menos sector público”, a la vez que propone un rearme, tanto de valores como militar: “Hasta ahora los europeos decidimos viajar, vivir muy bien, divertirnos mucho, mientras los americanos cuidaban de nuestra seguridad”.

Aznar pidió esta vez claridad en la identificación de “nuestro enemigo”, que no sería otro que “el terrorismo islámico, que nos ha declarado una guerra por lo que somos y no por lo que hacemos”. En este sentido, consideró que la invocación de situaciones como la de Palestina no son “más que pretextos”. En el apartado de amenazas, el profesor Aznar incluye la demografía: “Que nadie crea que Europa va a ser la misma con un 10% de inmigración que con un 40% y con una minoría cristiana”. En este sentido, propone un refuerzo de “los valores propios de las raíces cristianas de Europa” contra “el pensamiento débil”.

En las antípodas de la alianza de civilizaciones de Zapatero, Aznar critica “los liderazgos sonrientes y complacientes pero inarticulados desde el punto de vista de las necesidades estratégicas”, que identifica como “falta de liderazgo”. El político popular también denuncia la “novedad” de que haya “gobiernos europeos activamente comprometidos en actividades antiatlánticas y antiamericanas”. En cuanto al futuro de la Unión Europea, defendió el mantenimiento del papel del estado nación y que la unión defina sus límites, para “que se sepa donde termina y hacia dónde va”. También criticó que los países del norte de Europa “no sólo incumplan su propio Pacto de Estabilidad, sino que digan que no piensan cumplirlo y que no pasa nada”.

Aznar estuvo arropado en Portugal por otros dirigentes del PP como Pilar del Castillo, Jaime Mayor Oreja, Ana Palacio y Vicente Martínez Pujalte. Tras sus declaraciones, Aznar se reunió con el presidente del conservador Partido Social Demócrata portugués, Luís Marques Mendes.

La cuarta edición de esta tardía Universidad de Verano del PPE, que se inauguró anteayer y termina hoy, ha convocado a casi trescientos conservadores y democristianos en torno a diferentes temas de debate, y ha contado también con la participación del Presidente de la Comisión, Durão Barroso, del PPE, Mertens, y del grupo del PPE en el Parlamento Europeo, Poettering, que resaltó la “falta de legitimidad” de Gerhard Schroeder para ser el próximo canciller, al haber obtenido menos votos que Angela Merkel . El PPE ha aprovechado para apoyar a la dirigente alemana, y, anoche, jaleó la previsible candidatura de Aníbal Cavaco Silva a la presidencia de Portugal.

17.10.06

Los vuelos de la CIA rozan a Durão Barroso

JORDI JOAN BAÑOS (servicio especial)
LISBOA.- Los aeropuertos portugueses habrían acogido 34 vuelos fletados por la CIA, para el transporte de presuntos terroristas islamistas, entre junio de 2002 y julio de 2004, fechas durante las cuales José Manuel Durao Barroso ejerció como Primer Ministro de Portugal. Así lo afirmaba ayer en portada el conservador Diário de Notícias (DN). Aunque el periódico no informa de sus fuentes, asegura que por lo menos uno de los vuelos siguió rumbo desde las Azores hasta la base norteamericana de Guantánamo, en Cuba. Otros tuvieron como origen o destino Afganistán, Azerbaiyán, Bosnia, Argelia o Marruecos, y no fueron inspeccionados al ser declarados como vuelos comerciales de tránsito. Los encargos se repartieron casi a partes iguales entre dos compañías norteamericanas, Richmor Aviation, que trabajaría para la CIA desde 1967, y Jeppesen Dataplan, uno de cuyos aviones, con matrícula N313P, que ha aterrizado repetidamente en Portugal, está siendo investigado en otros países europeos por la misma supuesta violación del derecho internacional. La mayor parte de los vuelos habría tomado tierra en Oporto, aunque también fueron utilizados los aeropuertos más transitados de Lisboa y Faro. Asimismo, siempre según DN, en siete casos habría habido una subida o bajada de pasajeros. El itinerario de dichos vuelos incluía siempre países con focos islamistas, con destinos tan elocuentes como Kabul (Afganistan), Argel (Argelia), Bakú (Azerbaiyán), Tuzla (Bosnia-Hercegovina) y Rabat (Marruecos), con el presunto objetivo de “raptar, secuestrar o transportar supuestos terroristas”, según DN.

Cabe añadir que el ministro de Defensa durante el periodo referido, Paulo Portas, fue condecorado en los Estados Unidos por el Secretario de Estado Donald Rumfsfeld, en marzo del presente año, en las fechas en que abandonaba la secretaría general del derechista CDS-PP, tras una aparatosa derrota electoral. Portas ya ha asegurado no tener conocimiento, durante sus años de servicio con Durao Barroso, de ningún vuelo de las características reseñadas. El DN, por su parte, reconoce que, según sus fuentes, Lisboa no tenía forma de saber lo que pasaba en el interior de dichos aviones, y si lo sabía, “no existiría ningún tipo de registro oficial”, puesto que los mensajes de esta naturaleza entre aliados “sólo serían transmitidos oralmente y siempre al más alto nivel”. No está de más destacar que en marzo de 2003 tuvo lugar la célebre conferencia de las Azores, con Bush, Blair, Aznar y Durao Barroso, que precisament en julio de 2004 abandonó el cargo de Primer Ministro para aceptar la presidencia de la Comisión Europea. No obstante, el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, en cualquier caso, era y es -hasta febrero- el socialista Jorge Sampaio. La revista portuguesa Focus, de matriz alemana, publicó el miércoles fotos de supuestos aviones de la CIA en aeropuertos portugueses, que asegura fueron tomadas ya durante el actual gobierno socialista, a pesar de que el Primer Ministro, José Sócrates, ha asegurado que desde que él asumió el poder no ha habido ningún vuelo ilegal. Por su parte, el Ministro de Exteriores, Diogo Freitas do Amaral, ha garantizado que se han pedido explicaciones a Estados Unidos, a través de la UE, y que comparecerá la próxima semana en el Parlamento para dar cuenta de sus averiguaciones.

EL 'COCINERO' DE LA CUMBRE DE LAS AZORES CON BARROSO, CONSEJERO DE AFINSA

El que fuera mano derecha de Durão Barroso y ‘cocinero’ de la famosa Cumbre de las Azores –con Bush, Blair y Aznar como invitados- en tanto que Ministro de Exteriores de Portugal, Martins da Cruz, fue sorprendido por las cámaras de Tele 5 en la sede madrileña de Afinsa, la mañana en que estalló la noticia de la multimillonaria estafa de los sellos. Para su suerte, nadie le reconoció. Su presencia no era casual, ya que a su salida del Palácio das Necessidades, Martins da Cruz fue premiado con el buen remunerado cargo de consejero de la filatélica, que contaba con una filial cotizada en el índice Nasdaq de la bolsa de Nueva York. Martins da Cruz se ha apresurado a abandonar todos sus cargos en la empresa. Los miles de afectados que en lugar de ganar millones, los han perdido, lamentan no haber sido tan rápidos. Poco después salían a la luz los cobros de José María Aznar, a las pocas semanas de que él y su partido fueran descabalgados del poder, igualmente como “asesor”, a cargo del magnate de la comunicación norteamericano, Rupert Murdoch.

4.10.06

FRAGMENTS D'HERBERTO HELDER

Ens toquem tots com els arbres d’un bosc
a l’interior de la terra. Som
un reflex dels morts, el món
no és real. Per poder amb això i no morir d’espant
- les paraules, les paraules.

*

(...) I una candela,
una flor, una petita lira,
poden dreçar-se d’un riu de sang, sobre el món –
un nou instrument rodejat de campànules
inclinades, per lleugeres pedres humides,
pels animals que mouen en el seu calm halo de foc
les grans testes somiadores.

*

O flores bebiendo la jarra.
El silencio estructural de las flores.
Y la mesa debajo.
Soñando.

*

Dadme una joven mujer con su arpa de sombra
y su arbusto de sangre. Con ella
encantaré la noche.
Dadme una brizna viva de hierba, una mujer.
Sus hombros besaré, la pequeña piedra
de sonrisa de un momento.
Mujer casi increada, mas con la gravedad
de dos senos, el peso lúbrico y triste
de la boca. Sus hombros besaré.

*

Una materia sensacional en el secreto de las fruteras,
con sus manzanas centrípetas
y las uvas pendidas sobre la madurez. (...)
Ah, la madre loca alrededor, sentadamente
completa.

*

Los muertos, los muertos
usan la cabeza como quien usa un resplandor.

*

Soy los muertos – dice un árbol
con la flor aplastada.
Y así los árboles
llegan al cielo.
Es el diálogo de los días y las noches,
entre las haciendas petrificadas y los grandes
desmoronamientos de las estrellas.

*

Han estallado los brotes de los sauces.
Un hálito húmedo de lilas turba y perturba.
La primavera toca más hondo en la locura, revuelve
a los vivos y a los muertos. – Todos echan flor.

*

Decir: revienten los taludes, enloquezcan las vacas,
que mi inteligencia se vuelva terrífica.
Unir la ferocidad de la noche al embriagado
movimiento de la tierra.


Traduccions de Jordi Joan

EUGÉNIO DE ANDRADE, ÚLTIMO CANTO

Eugénio de Andrade se despide
Se publica la lírica completa del poeta portugués vivo más universal
JORDI JOAN BAÑOS (servicio especial)
LISBOA.- Eugénio de Andrade se apaga. El astro que ha dominado la poesía portuguesa del último medio siglo no volverá a escribir ningún verso. Por eso, la inminente aparición de su obra poética completa -más de 600 páginas en portugués- tiene mucho de testamento. Desde hace tres años, el “poeta solar” afronta las últimas fases de una enfermedad degenerativa encerrado en la Fundación Eugénio de Andrade de Oporto -en la desembocadura del Duero- que le sirve de editorial y de casa desde su creación, en 1993. La nueva edición de “Poesia” contendrá ya todos sus versos, con la inclusión de su último libro, “Surcos de la sed” (2001), que fue publicado poco después de obtener el Premio Camões, el Cervantes de las letras portuguesas. La prestigiosa revista portuguesa de poesía, “Relâmpago”, le ha dedicado un monográfico en su último número.

Cabe decir que el año pasado Círculo de Lectores publicó una antología de Andrade, en traducción de Ángel Campos. Hace dos décadas, el que fuera amigo del poeta, Ángel Crespo, había hecho lo propio con sus obras publicadas hasta 1980. Asimismo, varios de sus títulos han ido apareciendo separadamente en castellano y, tres de ellos, en catalán, traducidos por Manel Guerrero (“Ostinato Rigore”), Xulio Ricardo Trigo (“Ran del dir”) y Vicent Berenguer (“Matèria solar”). No en vano, Eugénio de Andrade es el poeta vivo en portugués más universal y traducido, y el más difundido en todas las lenguas ibéricas, incluido el gallego, el vasco y el asturiano.

Eugénio de Andrade nació en una aldea del centro-norte de Portugal, en 1923 y pasó el final de su infancia y su adolescencia en Lisboa, con su madre, una figura omnipresente en su obra temprana. Tras unos estudios inacabados en Coimbra, Oporto se convirtió en su ciudad de adopción, donde ejerció de inspector de sanidad, sin interesarse nunca por ninguna promoción. Andrade deja una treintena de libros, casi todos de poesía, aunque sus tres volúmenes en prosa estén entre lo mejor que se ha escrito en portugués y sobre literatura portuguesa. También algunas de las antologías más importantes de la poesía lusa llevan su sello, entre las cuales una de Fernando Pessoa, que fue el que le abrió los oídos a la poesía “en aquel otoño amargo de 1939”. Tal como recuerda en “Afluentes do silêncio”, a los 16 años, el todavía José Fontinhas se pasaba las tardes en la Biblioteca Nacional de Lisboa, copiando poemas de Pessoa, que sólo se encontraban en revistas antiguas. La sombra del poeta de los heterónimos, fallecido pocos años antes, se paseaba aún entre las mismas estanterías, “con una petaca de aguardiente asomando del bolsillo”.

La sombra de Pessoa
Y sin embargo, su precursora fascinación por Pessoa, que en décadas posteriores se repetiría en aspirantes a poeta de todo el mundo, no dejaría un poso notable en su obra. Como él mismo subrayaría más tarde, no podia compartir con Pessoa “su hostilidad por lo real” y “su horror por el cuerpo”, él que estaba destinado a ser el gran dignificador de la piel y el deseo. Tampoco tendría nada que ver con el Pessoa discursivo o el vanguardismo de Álvaro de Campos; quizás algo más con el paganismo horaciano de Ricardo Reis o con el epicureismo rústico de Alberto Caeiro. Andrade renegaría también del Pessoa nacionalista de “Mensaje”, que acabaría por “ornamentar académicos discursos de poder”, mientras que él haría gala de una “descomprometida concepción de la poesía mantenida a lo largo de los años”.

“Entre nosotros, la glorificación de Pessoa comienza a ser inquietante”, llegaría a escribir, “y amenaza con llevar a los sótanos de la poesía nacional a Teixeira de Pascoaes o a Sá-Carneiro, e incluso a poetas que en el ámbito de la perfección y la pureza lírica le son superiores, como Cesário Verde y Camilo Pessanha”. Aunque Andrade también guardaba munición para la poesía visionaria: “Los poetas inspirados, o identificados con el cosmos, son así: escriben lo que oyen. Y las voces que les dictan los versos no siempre son exigentes.” Se entiende que Andrade no quiso ser un epígono de las vanguardias ni un rebuscador del inconsciente, y la coherencia de toda su obra le sitúa en las antípodas de la escisión pessoana. Según él, Pessoa “nunca acertó a ser él mismo” y le acusaba de haber echado mano de todas las estéticas con que tropezó. Por eso, todavía joven, entendió algo fundamental: “Si quería que la palabra poética se confundiera con el bullicio de mi propia sangre, sólo me quedaba escribir exactamente de espaldas a él”. Según algún crítico, “para devolverle un cuerpo a los dioses”.

Aleixandre y España
Andrade tradujo a Safo, Char, Ritsos y, tempranamente, a García Lorca, aunque sabiamente desistiera de imitar su duende irrepetible. Apreció mucho el romancero castellano, Jorge Manrique y cierta poesía de Machado, aunque de entre todos los poetas del mundo decía preferir a San Juan de la Cruz, quien “escribió los versos más sensuales de toda España”. Asimismo, opinaba que “la mitificación de García Lorca impedía reconocer la estatura, nada menor, de Guillén, Cernuda y Aleixandre”. A este último y a Ángel Crespo les descubría libros de Pessoa y Pascoaes en sus frecuentes visitas, por motivos sentimentales, al Madrid de los 50. Pero su afán por la poesía pura, por construir la transparencia, le acercaba a Juan Ramón Jiménez más que a ningún otro poeta español.

A orillas del Atlántico, Eugénio de Andrade escribió una poesía mediterránea y transparente, rebosante de sol y de cal, y sin el yeso de los “noucentistes”. En la humedad de Oporto se convirtió en el más griego de los poetas lusitanos, junto a Sophia de Mello Breyner Andresen. Su amigo, el crítico Eduardo Lourenço, afirma que cuando le conoció, en la Coimbra de los años cuarenta, “no era pagano a la portuguesa, como Miguel Torga, sino a la griega”. Aunque su adoración por los efebos permanecerá siempre velada en sus poemas.

Andrade es un poeta afirmativo, de la plenitud, que rechaza la racionalización en favor de una presencia maravillada de los seres y las cosas. En Andrade la poesía habla de sí misma mientras explora los contornos de un cuerpo. La unidad estética de toda su obra, a partir de “Las manos y los frutos” (1948), es pasmosa. Ya a partir de “Palabras prohibidas” (1951) su poesía aparece monda como un hueso, infalible y reluciente como un canto. “El silencio es, de entre todos los rumores, el más próximo a la fuente”, escribe. Se trata de una paleta dominada por la luz y el blanco, en suma, por el deslumbramiento. Una poesía alada que a fuerza de rigor consigue una apariencia de espontaneidad, que no quiere alejarse de la naturaleza sino fundirse con ella, con el cuerpo como protagonista ininterrumpido. Su escenografía es intemporal, edénica, nada en ella remite al siglo XX, y sus palabras son cotidianas y humildes, como el pan recién hecho. Pocos han dignificado tanto la materia, con tanto amor, manteniéndose al mismo tiempo alejados de lo prosaico. Aunque el poeta sabe que “un pájaro cuando canta desciende vertiginosamente a la raíz”, algo que a él le está vetado. Y concluye: “Es de la cultura de donde proviene el acto desfigurante contra el que el poeta se rebela. Una cultura más interesada en ocultarle al hombre su rostro que en traerlo, bello y tenebroso, a la luz limpia del día”.

Lapidario andradiano

“Salvo en los momentos privilegiados del amor, el hombre es lo más errante que hay en la tierra, en busca perpetua de su propio rostro”.

“Con la alegría de los instintos perdida, los seres, como las cosas, se pudren”.

“El acto poético es el empeño total del ser para su revelación. Este fuego de conocimiento, que es también fuego de amor, en que el poeta se exalta y consume, es su moral. Y no hay otra.”

“Escribir no es un proceso límpido. La mayor parte de las veces tengo la sensación de entrar en un laberinto llevado por un ritmo (...). Voy a ciegas para el poema, como ciertos animales caminan por instinto para el lugar de la muerte”.


Artículo publicado en La Vanguardia la primavera de 2005, una semana antes de la muerte de Eugénio de Andrade. Traducido al portugués por Courrier Internacional.