11.10.07

ADORARÁS A TU PRESIDENTA

Rezarle al presidente, nueva forma de presión sindical
JORDI JOAN BAÑOS (Corresponsal)
NUEVA DELHI.- India ha sido pionera en formas de resistencia no violenta, pero lo que faltaba por ver es la adoración de un jefe de gobierno, como si de un dios se tratara, para obtener mejoras laborales. Así ocurre en Jaipur, donde el personal en huelga del College Hospital ha sustituido las quejas por los rezos a la Primera Ministra de Rajastán, Vasundhra Raje. Los médicos, enfermeras y administrativos han colgado un gran retrato de Raje en la entrada del centro hospitalario, rodeado de velas y de incienso. Cada día, la imagen de la divina política es agasajada con una multitudinaria plegaria, "maha arati".
El personal hospitalario, que lleva tres semanas de infructuosa sentada para reivindicar la regularización de 2000 puestos de trabajo, confía ahora en conmover a la jefa de gobierno cambiando las recriminaciones por los rezos. El representante de los huelguistas, Vinod Choudhary afirma que albergan pocas dudas sobre su poder divino: "Aquí no se mueve ni una hoja sin que ella quiera". De este modo, el vestíbulo del hospital –que ya no recordaba a un centro médico- ha dejado de parecer una reunión sindical para asemejarse a un hormigueante templo, aunque habría que ver lo que opinan los pacientes. Lejos de sentir embarazo, correligionarios políticos de la Primera Ministra, del conservador BJP, han afirmado que no hay nada malo en llamar maharani o reina a la señora Raje, cuyo rango equivale al de President de la Generalitat.
Cabe decir que India ha marcado el camino en cuanto a formas de lucha no violenta, gracias al ejemplo de Mohandas Gandhi –rebautizado por el poeta Tagore como "Mahatma", gran alma. Gandhi se inspiró en el principio de ahimsa o no violencia propio del jainismo para ir modelando la satyagraha, su filosofía de resistencia pacífica, que reivindica la paciencia -luego el sufrimiento propio y no el del adversario- hasta conseguir que éste entre en razón. Entre las formas de luchas están las huelgas de hambre, las dharnas "sentadas en ayuno frente a la puerta de un deudor", o las marchas, como la que Gandhi hizo en su día, entre Ahmedabad y el mar, para protestar contra el impuesto británico de la sal. Precisamente, el pasado martes 2 de octubre, festividad del nacimiento de Gandhi –declarado desde este año Día Mundial de la No Violencia por la ONU- empezó una enorme marcha. Veinticinco mil adivasis, o indígenas, en Madhya Pradesh, pretenden recorrer en manifestación los más de trescientos kilómetros que les separan de Nueva Delhi. Lo que no deja de ser una forma más terrenal de reclamar justicia para sus agravios, relacionados sobre todo con la propiedad de la tierra.